Instrucciones:
Paso 1: Activa la levadura
- En un bol pequeño, mezcla la levadura con 2 cucharadas de leche tibia (de los 250 ml) y una cucharadita de azúcar. Deja reposar por unos 5-10 minutos hasta que comience a formar espuma, lo que indica que la levadura está activa.
Paso 2: Mezcla los ingredientes secos
- En un bol grande, tamiza la harina y añade la sal y el azúcar. Mezcla bien.
Paso 3: Añade los ingredientes líquidos
- Haz un hueco en el centro de la harina y vierte la levadura activada, la leche tibia restante, y la mantequilla a temperatura ambiente. Mezcla bien hasta que los ingredientes comiencen a unirse.
Paso 4: Amasa la masa
- Coloca la masa en una superficie ligeramente enharinada y amasa durante 10-15 minutos hasta que quede suave, elástica y no se pegue a las manos. Si es necesario, añade un poco más de harina, pero evita que la masa quede muy seca.
Paso 5: Deja reposar la masa
- Forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente engrasado. Cubre con un paño limpio y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que la masa haya doblado su tamaño.
Paso 6: Forma el pan
- Una vez que la masa haya levado, golpéala suavemente para quitar el aire. Divide la masa en 8-10 porciones iguales, dependiendo de cuántos panes quieras hacer.
- Forma bolitas suaves con cada porción y colócalas en una bandeja para hornear forrada con papel de horno o ligeramente engrasada.
Paso 7: Segunda fermentación
- Cubre los panes con un paño y deja que reposen nuevamente durante 30 minutos para que suban un poco más.
Paso 8: Pinta y hornea
- Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- Bate el huevo y pinta la superficie de los panes con una brocha para darles un bonito brillo al hornearse.
- Hornea los panes durante 15-20 minutos, o hasta que estén dorados en la parte superior y suenen huecos al golpearlos suavemente.
Paso 9: Enfría y disfruta
- Retira los panes del horno y deja que se enfríen en una rejilla. Sirve tibios o a temperatura ambiente con mantequilla, mermelada o lo que prefieras.
Variaciones:
- Pan de leche dulce: Puedes añadir pasas, chispas de chocolate o un toque de canela para hacerlos más dulces.
- Pan de leche relleno: Prueba rellenar los bollitos con crema pastelera, dulce de leche, o incluso queso para una sorpresa deliciosa.
Este pan de leche casero es ideal para disfrutar en cualquier momento del día. ¡Es suave, esponjoso y fácil de preparar!
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